Azul aburrido
Los colores tenían muy claro el lugar que ocupaban por una simple razón: jamás se lo habían cuestionado. Azul, sin embargo, se lo preguntaba a todas horas. ¿Cómo sería un árbol lila? ¿Y un perro amarillo? Una vez se lo comentó a uno de sus compañeros, pero este no tardó en ridiculizarlo y aconsejarle que no pasara tanto tiempo en el cielo, pues hacía que solo viviese absorto en sus ensoñaciones. Azul se sentía insatisfecho y le entristecía no poder …