Los cuentos de Begoña Ibarrola son un gran ejemplo de cuentos en los que enseñar valores y con los que sentir. En Aventuras de una gota de agua, ilustrado por Federico Delicado, se habla de la gratitud. En él se cuenta la historia de una gota de agua y su viaje desde que emerge de la tierra hasta que llega a ríos, mares y finalmente a las nubes, para luego dejarse bajo una forma totalmente distinta. A lo largo de su viaje, plantas, animales y personas le agradecen que les pueda brindar agua, ya sea para hidratarse, para pescar peces o tan solo por el mero hecho de escuchar su relajante sonido al desplazarse con el río.
La gota, humilde, no entiende porque su papel es tan importante, pues no siente que esté haciendo nada especial. Sin embargo, los protagonistas de la historia le recuerdan el gran valor que tiene no sólo su existencia, sino el ciclo que la mueve y, por ende, el aprendizaje que este brinda a nuestra pequeña protagonista, donde gratitud y generosidad van de la mano.